Historia

La Universidad de Concepción es la primera universidad en regiones en nuestro país y se ha consolidado como una institución laica, pluralista e inclusiva, de función pública, que responde a las necesidades locales y nacionales, con una concepción global y descentralizadora de su desarrollo y de un compromiso irrestricto por la excelencia y la calidad en todos sus pilares misionales. Una comunidad universitaria respetuosa de la libertad de expresión, la diversidad en todas sus expresiones y comprometida con la sustentabilidad. Es una universidad centenaria que abarca todos los niveles educativos superiores y las diez áreas del conocimiento.

Actualmente, en sus campus en las ciudades de Concepción, Chillán, Los Ángeles y la unidad de Santiago, la UdeC ofrece más de 350 alternativas de formación universitaria distribuidas en: carreras de pregrado; programas de magísteres, doctorados, especialidades médicas y de la salud; y programas de formación permanente, a un universo de más de 31 mil estudiantes al año 2023. La Universidad de Concepción es una institución intensiva en investigación, que contribuye de forma significativa en la generación de nuevo conocimiento en artes, ciencias, ciencias sociales, educación, humanidades, matemáticas y tecnologías y en investigación aplicada, así como aporta al desarrollo de la innovación y el emprendimiento. Además, la casa de estudios exhibe una vinculación activa y bidireccional con el medio local, regional, nacional e internacional, al servicio de las necesidades y demandas de las comunidades y territorios, y con una presencia activa en los espacios de articulación entre universidades. 

Misión

Somos una universidad laica y pluralista, fundada por y para la comunidad, que contribuye al desarrollo sustentable, desde las distintas áreas del saber, a través de la formación de personas altamente comprometidas con la sociedad, así como en la generación, preservación y transferencia del conocimiento, de las artes y las culturas.

Visión

Ser una universidad inclusiva y de excelencia reconocida internacionalmente, que proporcione a sus integrantes una formación ética, valórica, intelectual y socialmente transformadora; y que, gracias al desarrollo armónico, colaborativo y sinérgico de las ciencias, las tecnologías, las humanidades y las artes esté capacitada para abordar eficientemente los desafíos que plantea la sociedad.